Como siempre,me quedo pasmada cada vez que busco algo en internet y miro por los animales,me suele salir lo que busco,que son trajes etc....pero por desgracia también el maltrato animal, es que ya,ni muertos los animales,los dejan en paz (tampoco me extraña...es puro sadismo y psicopatía...si lo hacen con las personas poniendo la excusa tan manida de la memoria histórica,para revivir odios, que no van a hacer con los animales...),.
Hasta los vejestorios que tanto asco les dá las pobres ratas y la gentuza que el resto del año las fumiga y les dá asco el sólo rozarlas, ahora se pelean por cogerlas del rabo para tirárselas entre ellos,tras torturarlas y apalearlas, algunas estarán hasta semivivas o inconscientes. Esto es una pequeña parte de a lo que puede llegar el mal llamado ser humano.He ido recopilando datos sobre esto en distintas webs:
Esta festividad está dedicada a San Pedro Nolasco (Dios prohibió usar su nombre o la religión para hacer daño,mucho se critica a la Iglesia,pero los que lo hacen son los peores...), patrón del pueblo, los más jóvenes se organizan en los llamados quintos, que se refiere a la generación que iba a ser llamada al servicio militar cuando todavía existía. Este era su rito de paso y ahora lo recuerdan vistiéndose con ropas de camuflaje y llevan la voz cantante en actividades como la Trencá del perol (una suerte de piñata) y la Batalla de las Ratas en la estrecha Plaza de la Constitución. Esta horrible tradición nació de la siguiente forma:
La Fiesta Mayor de San Pedro se celebró en El Puig, durante siglos, y en los tiempos antiguos las piñatas o Trencá del perol, estaban llenas de frutas, frutos secos y otras delicias naturales en lugar de dulces envasados (también se sustituían por pollos y conejos vivos con los que cocinar la paella), y que a menudo atraían la atención de las ratas, que siempre buscaban una manera de entrar en las piñatas para llegar a los dulces y el día de la fiesta, cuando los adornos eran colgados y golpeados, los roedores hacían una aparición sorpresa en frente de la multitud, entonces,al romperse la piñata de barro, salían despavoridas por las calles. La atracción entonces, era apalearlas con el mismo palo para golpear la piñata, a las aturdidas ratas, hasta matarlas para así poder iniciar una batalla entre vecinos usando los cadáveres de los roedores como arma arrojadiza.
Arrojaban sus cuerpos en el aire para la alegría general. A menudo caían en alguien, para el deleite de las masas. Pero las cosas se salieron de control, un año los animales tuvieron un éxito particular en la infiltración de las piñatas y la plaza estaba llena de ratas muertas. La primera batalla de las ratas entonces tuvo lugar, con la gente alegremente lanzándoselas unos a otros y para celebrar este acontecimiento trascendental, esta batalla se celebra todos los años.
Totalmente cruel,sádico,salvaje...por mi parte, yo les haría lo mismo,en un cuarto oscuro, les desnudaría; soltándolos en pleno bosque acotado y luego iría con una panda de justicieros a la caza de este tipo de gente, de seguro que no les haría ninguna gracia y por supuesto, a mi me llamarían nazi,criminal por la humanidad y ni se saben los cargos....sinceramente,me las pela... .
Hoy en día, algunos de estos peroles tienen una "sorpresa": meten ratas, unas muertas y otras vivas. Si sale una muerta, los jóvenes la lanzan contra la gente, en busca del grito desesperado de las chicas. Si sale una viva, " la diversión " está en aprovechar su intento desesperado de huir para "cazarla" a patadas y pisotones hasta que, ya muerta, vuelva a hacer de "cosa divertida " que tirar a las chicas para cortejarlas.
Tradicionalmente, se han utilizado ratas de marjal cazadas en los campos de la huerta, pero ha habido ocasiones en que se han utilizado ratas de laboratorio, compradas en tiendas de animales, e incluso conejos como antes se ha indicado.
Es más, los hombres se esconden a estos animales y los van lanzando unos contra otros en una lucha popular donde también participan niños, que acaban jugando con los roedores muertos que se encuentran en el suelo, a veces. previamente apaleadas y congeladas para la ocasión hasta el día de la fiesta.
Según un testigo, “Niños de 5 a 16 años las cogen y juegan con ellas”, recuerda Rolland, También prosiguió : "Aguanté la respiración cuando empezó "la fiesta". De los dos primeros peroles sólo cayeron trozos de barro cocido con algunos premios por los niños y niñas. Mientras colgaban el tercero, unos gestos de los maestros de ceremonia les delataron: sabíamos que, cuando lo rompieran, iba a aparecer la primera rata.
Estaba muerta, y su cadáver fue de un lado a otro de la plaza, se estrelló contra el suelo y los balcones y fué a parar varias veces contra un montón de chicas seleccionadas por galantes chavales de la quinta. “La salvajada se hizo tan popular que, a pesar de no figurar en el programa y siendo una actividad ilegal, adquirió nombre propio y orgullo de emblema local”, dice Miguel Ángel Rolland, director de Santa Fiesta (2016), el documental que grabó esta y otras actividades de maltrato animal que se hacen pasar por fiestas.
En "Santa Fiesta," son pocos los minutos que documentan la actividad, pero son más que suficientes para comprobar lo que se vive en esa batalla que empieza el grito de “¡Queremos ratas!”. Sabían a lo que se enfrentaban y decidieron actuar en secreto: “Los vecinos no se percataron de que estábamos grabando porque hubieran peligrado los equipos de filmación y las personas, como ha ocurrido otros años”."Primero se lanzan unos balones de plástico contra la gente, a lo que se suman muchos, en un fuego cruzado de patadones en el que todos acabamos esquivando pelotazos. Cuando las pelotas se han roto los quintos despliegan un cartel en defensa de la tradición, con un lema desafiante que arranca aplausos. En pocos minutos se cuelga una cuerda de un balcón a un tronco de árbol de la plaza, y tras la primera piñata un quinto arroja una rata muerta hacia un grupo de espectadores. Pero inmediatamente aparecen arrojadas más ratas desde otras esquinas.
Risas, gritos y complicidad absoluta en la salvajada, donde nadie protesta, la policía ignora y nadie se atreve a fotografiar, a excepción de un par de señores que deduzco que deben ser parientes de los niñatos anfitriones”.
La realidad es que esta salvajada es ilegal, pero como en muchas cosas, la ley se hace la "sueca" para lo que le interesa y si es maltrato animal, pues le interesa menos o nada. La batalla de ratas, tras ser prohibida, no figura en el programa de festejos, pero continúa realizándose con la vista gorda de las autoridades, según denuncia de algunos partidos animalistas.
Estos sádicos psicópatas deberían de aprender precisamente de esos animales a los que tanto denigran, las ratas, pues ellas saben y aprenden, como han demostrado en los laberintos donde son tiradas por gente con mucha afición por las descargas eléctricas y prefieren liberar a otras ratas cautivas antes que comer un montón de chocolate que sería para ellas solas.
De hecho, investigadores descubrieron que la conocida como rata parda, rata china o rata noruega ayudan en el aseo a aquellos miembros del grupo que les habían proporcionado comida con anterioridad y rechazaban colaborar con los que no lo habían hecho.Estos roedores suelen llevar alimentos hasta un compañero para así inducirle al aprovisionamiento de alimentos. El experimentó señaló que las ratas que habían recibido ayuda en su aseo premiaban a sus compañeros incluso con más comida.
Fuentes:
https://www.playgroundmag.net/food/tradicion-pueblo-espanol-consiste-arrojarse_22585188.html
